Extracto de la ponencia de la Dra. Magda Rodríguez en San Cristóbal el pasado 6 de Noviembre de 2008, en el marco del Día de la Constitución.
Expreso en nombre de la Comisión de Genero mi gran satisfacción por la realización de esta actividad en que las mujeres podemos manifestar nuestras aspiraciones frente al proceso de modificación a nuestra constitución, proyecto que se discute actualmente en el país.
Somos conscientes de la necesidad de que la constitución resultante debe ser fruto de todo un debate nacional, que incorpore a todos los sujetos de la nación.
Las mujeres en este proceso rescatamos el valor de la decisión en colectivo, para la definición de las normas fundamentales de convivencia y organización de nuestra nación.
Decisiones en colectivo que no hagan más altisonantes algunas voces y sujetos, sino que reconozca que las realidades que viven las mujeres solo pueden ser vistas a través de sus miradas, y vivencias.
En 1844, cuando es adoptada nuestra carta sustantiva, las mujeres estábamos absolutamente ausentes, excluidas de la vida pública, no sólo no teníamos acceso a la participación política, ni siquiera votábamos hasta el año 1942, sino que aun el espacio al que estábamos confinadas, el doméstico, tampoco garantizaba derechos.
164 años más tarde algunas cosas han cambiado, si bien seguimos siendo responsables del ámbito doméstico, compartimos el espacio público, político y laboral representando cerca del 40% de las trabajadoras del país, incluyendo el servicio doméstico e informal.
En materia educativa estamos equiparadas en cuanto a los hombres y en algunas carreras superamos a los varones en las universidades. Pretendemos que la constitución reconozca estos cambios.
En el entendido de que la constitución representa el pacto social a partir del cual se organiza la convivencia en nuestra sociedad, las mujeres manifestamos nuestra decisión de ser parte integral de las decisiones sobre el contenido de nuestra constitución.
Asistimos a la refundación del Estado, y en ese nuevo escenario se impone reafirmar la igualdad como una base sustancial de nuestra democracia, y esto implica que la misma sea una realidad para todas las ciudadanas que durante 164 años de vida constitucional hemos estado relegadas.
Que esos derechos sean plasmados de manera específica es parte de nuestras demandas en este día de trascendental importancia en que proclamamos la constitución que queremos las mujeres.
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